Yo soy un espejo

Fotografías por Federico Gómez
Nov 25, 2017
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Yo estuve ahí, ese es el numeral con el que esta serie de fotografías de personas diversas en situaciones diversas quedará registrado y vinculado a través de las redes sociales. Yo no era amigo personal suyo, simplemente la conocí en la escena local del arte. Lady Zunga era una vanguardia en sí misma y representaba un aspecto del arte poco visto en Colombia, poco aceptado en la arena de las artes nacionales. Pero era la oportunidad perfecta para comenzar este proyecto. No era un velorio, no era un funeral, no era momento para la tristeza. Era un homenaje póstumo a una gran artista, una gran persona. Una de las raras, de esas que no podrían calificarse, de las que podrían definirse como los cromos fuera de serie o las monas difíciles de un álbum. Esa rareza, esa belleza tan diversa y tan desbocada la hizo única, irremplazable. Esa capacidad de transgredir todos los límites impuestos por un sociedad patriarcal y machista donde ser mujer ya es toda una proeza, pero donde ser distinta lo es aún más. Ella lo sabía bien, nunca tuvo miedo, nunca vaciló, jamás se arrepintió. Se podría decir que no dejó nada al azar, nada por cubrir. Desde cambiar el nombre de su identificación por un "No nombre", hasta transgredir la naturaleza misma de su cuerpo, de su género y de su propia identidad. Ella siempre estuvo ahí, luchando por eso, por la diferencia, por la inclusión, por la apropiación y la vida en todas sus facetas. Intensamente, sin prejuicios, con muchas ganas, con toda la carne, toda la piel, el cuerpo, la saliva, el sudor y el gusto por lo prohibido, lo porno, lo inaceptable. Era la reina del hardcore, del cyborg, de lo trans, de lo bi y de lo queer. Nunca contenida y siempre libre. Ella también estuvo ahí, lo sé, lo sentí. Se fue tal como vivió, en un suspiro, sin aliento, haciendo lo que disfrutaba hacer, experimentando, sintiendo, viviendo intensamente cada instante, sin detenerse ante el miedo o la duda....

Este es simplemente un ejercicio de reconocimiento a la diversidad, un homenaje a todos los géneros, un tributo a la humanidad, a la belleza, a las personas sencillas de carne, de piel, de amor, de color y de luz. Personas que andan por ahí de vez en cuando y que sólo se dejan tomar un retrato naturalmente, posando como son, sin pretensiones, con humildad y sobre todo brindando una hermosa y reveladora sonrisa para la posteridad, para la memoria. Gracias a la vida, a todas aquellas personas que han posado para mi y a todas aquellas que vendrán. Yo sólo hago fotos y busco la luz en cada instante de la vida....

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